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  • Tordo patagónico (Cuareus curaeus)

    Este furnárido de unos 20 cm habita ambientes húmedos, tales como la orilla del mar, lagos, ríos y arroyos. Sin embargo, no es raro verla en jardines del ejido urbano en Esquel. Durante la época reproductiva levanta sus alas mientras emite su fuerte canto. Se alimenta fundamentalmente de insectos, otros invertebrados, e incluso brotes de plantas. Nidifica en cavidades y pone hasta tres huevos de color blanco sobre un colchón de pastos y plumas.

  • Carancho (Caracara plancus)

    Este falcónido, junto al chimango, probablemente son las aves rapaces más vistas en Argentina. Se lo encuentra prácticamente en todo tipo de ambientes. Tiene un notable tamaño dado que alcanza los 60 cm y su cabeza se caracteriza por dar la sensación de ser plana en su parte superior. Se alimenta fundamentalmente de animales muertos, pero también ataca aves y mamíferos indefensos y no desperdicia pequeños habitantes del suelo, tales como lagartijas e insectos. Construye su nido en árboles o barrancas utilizando ramas, y lo tapiza con materiales suaves como plumas, lana, pasto, etc. Pone unos 4 huevos de color beige claro, con manchas marrones y rojizas.

  • Se lo encuentra a lo largo de toda la Cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, pero es más abundante en Chile y Argentina. Es el ave terrestre voladora más grande del mundo. Alcanza una altura de 1,3 m, una envergadura de 3,3 m y un peso de 12 kg. El albatros errante (Diomedea exulans) lo supera solo en envergadura (3,5 m), y la avutarda (Otis tarda) solo en peso (14 kg). Tanto los machos como las hembras adultas del cóndor poseen un notable collar blanco alrededor del cuello, pero solo los machos presentan una notable cresta sobre su cabeza. Los ojos de los machos son amarillo-amarronados y los de las hembras rojos. Los adultos de ambos sexos son totalmente negros con una notable mancha blanca en la parte superior del ala, muy visible cuando realizan giros en vuelo. Los ejemplares juveniles son amarronados. Se alimenta exclusivamente de carroña, ya que sus patas no le permiten tomar objetos por no ser prensiles. Por lo tanto, el mito de que estas aves pueden levantar corderitos vivos no tiene asidero, lo que además le quita sentido a combatirlos como aún se suele hacer en algunos lugares. Suelen volar en grupo. Se desplazan fundamentalmente planeando, aprovechando las corrientes ascendentes de aire cálido denominadas térmicas. Recientes estudios han comprobado que pueden volar hasta 70 km sin aletear una sola vez. Nidifican en lugares rocosos elevados, y ponen un solo huevo de color blanco. Alimentan a las crías regurgitando el alimento porque no tienen la capacidad de tomarlo con sus patas.

    Info y Foto: Héctor Gonda

  • Halconcito colorado (Falco sparverius)

    Es el halcón más común de la Argentina, y habita todo tipo de ambientes. Es uno de los más pequeños, ya que mide tan solo 25 cm, pero sus colores son muy llamativos. El macho presenta manchas oscuras redondeadas en el pecho, y su lomo es más rojizo que el de la hembra, cuyo pecho es jaspeado. Tiene alas puntiagudas y vuela cambiando bruscamente de dirección. Se caracteriza por “halconear”, esto es, mantenerse durante cierto tiempo en el aire en un mismo lugar, aleteando vigorosamente, mientras localiza sus presas en el suelo, sobre las que se abalanza para capturarlas. Se alimenta de roedores, insectos, reptiles, y a veces de otros pájaros. No construye nido, y pone hasta cinco huevos de color beige con machas rojizas, en huecos ubicados tanto en árboles, como en barrancas o construcciones humanas.

  • Torcaza (Zenaida auriculata)

    Es la paloma nativa más ampliamente distribuida en la Argentina, tanto en áreas rurales como pobladas. Mide unos 25 cm y se la suele ver con frecuencia, ya que es bastante confiada. Los machos y las hembras son sumamente parecidos, pero los individuos juveniles se diferencian fácilmente por tener el pecho y abdomen de un color parduzco similar al dorso y un aspecto escamado. Se alimenta fundamentalmente de brotes, frutos, y semillas. El nido es una especie de plataforma construida con ramitas entrecruzadas en árboles o arbustos. Pone generalmente dos huevos de un color blanco inmaculado y suele utilizar nidos abandonados por otras aves. No se debe confundir a la torcaza con la torcacita (Columbina picui), ya que esta última es otra especie de paloma que, si bien no está presente en la zona cordillerana al sur de Río Negro, se la encuentra en el resto del país. Esto se presta a confusión, ya que, si a una torcaza pequeña la llamamos “torcacita” como diminutivo, la persona que nos escucha podría entender que se trata de la especie denominada “torcacita”; así que debemos estar atentos al contexto para evitar confusiones.

  • Remolinera araucana (Cinclodes patagonicus)

    Este furnárido de unos 20 cm habita ambientes húmedos, tales como la orilla del mar, lagos, ríos y arroyos. Sin embargo, no es raro verla en jardines del ejido urbano en Esquel. Durante la época reproductiva levanta sus alas mientras emite su fuerte canto. Se alimenta fundamentalmente de insectos, otros invertebrados, e incluso brotes de plantas. Nidifica en cavidades y pone hasta tres huevos de color blanco sobre un colchón de pastos y plumas.

  • Zorzal patagónico (Turdus falklandii)

    Este túrdido de unos 26 cm, es el ave más vista en el bosque y el ecotono de la Patagonia andina a lo largo del año, incluso en zonas pobladas, donde suele ser abundante, como es el caso en la ciudad de Esquel. Es uno de los 11 tordos que habitan el país, siendo el que presenta la distribución más austral. La diferencia entre los sexos es bastante sutil, la hembra tiene colores más pálidos que el macho (foto), sobre todo en su cabeza. Los ejemplares juveniles presentan un notable moteado en el pecho y abdomen. Suele cantar posándose en lugares altos, sobre todo al amanecer y atardecer, entonando un repertorio variado de voces. Frecuentemente se ven ejemplares con picos deformados, más largos y con torceduras. Tiene una dieta muy variada, ya que de alimenta de lombrices, insectos y frutos. Construye su nido en forma de taza a baja altura entre la vegetación y pone unos 3 huevos azulados con manchas rojizas.

  • Calandria mora (Mimus patagonicus)

    La calandria es una de las aves más conocidas, y en la precordillera y estepa patagónica encontramos casi con exclusividad a la mora. En los alrededores de Esquel puede verse en los lugares más abiertos, tales como la palestra y las inmediaciones de la laguna Caradogh. Los juveniles presentan manchas en el pecho. Mide unos 22 cm y suele ser confiada y posarse en la parte superior de los arbustos. Parte de los ejemplares migran al centro-norte del país durante el invierno. Tiene un canto particular con varias notas e imita a otras aves. Se alimenta fundamentalmente de insectos, a los que espanta batiendo sus alas mientras camina por el suelo. Construye el nido con forma de plataforma dentro de los arbustos utilizando ramas, y pone hasta 5 huevos verdosos con manchas grises y rojas.

  • Comesebo andino (Phrygilus gayi)

    A este amberízido de unos 16 cm, se lo puede ver en los alrededores de Esquel, sobre todo en las zonas con paisaje de estepa, como en las cercanías de las lagunas Caradogh o la Zeta. Dentro del ejido urbano es más frecuente el comesebo patagónico (Phrygilus patagonicus), ya que este último prefiere el ambiente de bosque y sus bordes. Ambos comesebos son parecidos, fundamentalmente se diferencian porque el comesebo andino tiene toda la zona caudal blanca, incluso la parte inferior del abdomen por delante de las patas, la parte superior del pico (maxila) es obscura, y el lomo amarillento es del mismo color que los flancos y el abdomen. El comesebo patagónico, en cambio, tiene blanca solo la porción posterior del sector caudal, todo el pico de del mismo color, marfil claro con una leve tonalidad celeste, y el dorso acanelado, más oscuro que los flancos. La hembra del comesebo andino presenta dos líneas gruesas de color negro en el cuello y, el dorso, pecho y flacos son acanelados. Se alimenta principalmente de semillas, pero también consume frutos e invertebrados. El nido tiene forma de semiesfera y lo construye con fibras vegetales tapizadas de pelo; generalmente esta ubicado en cavidades o plantas a mediana o baja altura. Pone tres a cuatro huevos celeste verdosos, con manchas marrones.

  • Este tiránido de tan solo 10 cm es uno de los pájaros más vistosos de Argentina. Presenta siete colores bien definidos: amarillo, negro, blanco, azul, verde, rojo y marrón; este último en la nuca.  Habita los juncales de las lagunas y es fácil de ver por ser muy curioso. En la reserva Urbana laguna la Zeta de Esquel basta con acercarse al borde de los juncos y emitir algún ruido para que se acerque, sobre todo durante la temporada estival. Los juveniles son como un adulto en “blanco y negro”. Se alimenta fundamentalmente de insectos. Construye su nido en forma de taza profunda adherido a los juncos y pone tres huevos blanquecinos.

  • Este emberízido de unos 15 cm, a pesar de estar presente en toda la Patagonia y el oeste del país, es poco conocido por quienes no son aficionados a las aves. Si bien no habita zonas urbanizadas, está presente en los alrededores de Esquel, en lugares tan cercanos como la palestra y el entorno de la laguna Caradogh. La hembra tiene el lomo marrón, la parte inferior gris clara con estrías negras, la mejilla marrón, el malar blanco y el pico rosado. Suele mostrarse posándose en la parte superior de los arbustos, a menudo vocalizando su particular canto metálico. Se alimenta fundamentalmente de semillas y anida en los arbustos construyendo con ramas un nido en forma de taza, al que tapiza con plumas y elementos vegetales suaves. Pone entre 2 y 3 huevos verde claros con manchas marrones y grises.

  • Junto al gorrión y al chingolo son los paseriformes más conocidos de la Argentina, y se la encuentra tanto en ambientes naturales como citadinos. Mide tan solo 12 cm y suele exponerse cuando realiza su canto característico. Se alimenta fundamentalmente de invertebrados como arañas, orugas, saltamontes, etc. Anida en todo tipo de huecos, tanto naturales como en los que forman parte de construcciones humanas. El nido es redondo y lo construye con ramitas y hojas; pone unos 6 huevos blancos con manchas rojizas.

  • Rara (Phytotoma rara)

    Este cotíngido de unos 18 cm, es una de las aves más vistosas y menos conocida de la precordillera andina. En 2017 tuve el privilegio de tener un nido en mi casa de Esquel, donde se criaron tres pichones. La hembra tiene un color diferente al macho (foto), ya que presenta un pecho y vientre crema con un jaspeado oscuro muy marcado. Es netamente vegetariana, presentando un pico con borde aserrado muy característico. Su canto se asemeja al sonido de una matraca. Construye su nido con fibras vegetales en forma de taza, y pone hasta 4 huevos verdes con manchas marrones.

  • Bigua (Phalacrocorax brasilianus)

    Es el cormorán más visto en todo el país, tanto en costas de mar como en aguas interiores. Suele estar presente en las lagunas de los alrededores de Esquel, sobre todo en la laguna Zeta. Se lo suele encontrar posado y manteniendo las alas extendidas durante largo rato secándose las plumas. Las plumas del dorso tienen forma lanceolada y un reborde negro muy particular que le da un aspecto escamado. No existe diferencia entre individuos de distinto sexo, pero en el período nupcial muestra un reborde blanco en la base del pico y algunas plumas blancas en la cabeza y el cuello, como se puede observar en el ejemplar de la foto. Se alimenta de todo tipo de peces y anguilas. Construye su nido con ramas en la copa de los árboles y pone hasta 4 huevos de un color celeste blanquecino.

  • Coludito cola negra (Leptasthenura aegithaloides)

    A este pequeño furnárido de unos 16 cm se lo encuentra en toda la Patagonia y el centro- oeste de Argentina. En Esquel suele vérselo, aunque tiende a pasar desapercibido dado que generalmente se mantiene oculto entre las plantas, es muy inquieto y sus colores son discretos. Los individuos de distinto sexo no presentan diferencias. Se alimenta de insectos, arañas y pequeños invertebrados. Construye su nido en forma de taza en huecos de árboles, barrancas, entre las rocas, y en nidos abandonados de otras aves. Pone hasta cuatro huevos blancos.

  • Loica común (Sturnella loyca)

    Es una de las especies más conocidas de los ictéridos, debido al notable color rojo de su pecho. También pertenecen a esta familia otras aves emblemáticas, tal como los tordos, el pecho amarillo, los varilleros y el federal. Habita el oeste y el centro-sur del país y suele verse en la periferia de la ciudad de Esquel. Mide unos 24 cm y la hembra se diferencia del macho (foto) por tener más pequeña y más pálida la mancha roja del pecho. Su canto es estridente y suelen realizarlo a dúo. Se alimenta de artrópodos, frutos, semillas y brotes de plantas. Construye un nido en forma de taza escondido en la base de una mata de pasto. Ponen de 3 a 5 huevos color gris claro con manchas pardas y rojizas.

  • Habita el cono sur de América del sur: Chile, Argentina, Uruguay, y extremo sur de Brasil. También se lo encuentra en la zona cordillerana de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Mide unos 50 cm y no hay diferencia notable entre los sexos. Es uno de los patos más abundantes de la Argentina, junto con el pato barcino (Anas flavirostris), y en los alrededores de Esquel se lo puede ver frecuentemente. Se lo encuentra tanto en ambientes de agua dulce como salobre. El pico es amarillo con el culmen y la punta negros. Se alimenta de plantas e invertebrados. Hace el nido en el suelo, coloca pasto en el fondo y lo cubre con plumón. Pone hasta doce huevos de color blanco rosado. 

    Info y Foto: Héctor Gonda

  •  La envidia de los pescadores

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